El Ministerio de la Igualdad en Colombia: Entre la Burocracia y la Inoperancia en la Ejecución

Resumen

La gestión del Ministerio de la Igualdad en Colombia  ha dejado en evidencia su fracaso en cumplir con la ejecución de sus programas, con un presupuesto de 1,8 billones de pesos y cinco viceministerios, la entidad muestra una ejecución general de apenas el 2,20%, destacando su ineficacia y el crecimiento de su estructura burocrática. Mediante el presente escrito, se examina el poco avance de los programas que impulsa el Ministerio de la Igualdad y cuestiona la efectividad de la gestión pública en temas críticos como la autonomía económica de las mujeres, la seguridad alimentaria y el agua es vida.

Palabras clave:

  • Ministerio de la Igualdad
  • Burocracia
  • Ineficiencia
  • Programas
  • Ejecución presupuestal
  • Políticas públicas

Introducción El Ministerio de la Igualdad en Colombia fue creado mediante la Ley 2276 de 2023 con la promesa de cerrar brechas de desigualdad y mejorar las condiciones de vida de poblaciones vulnerables, especialmente mujeres, jóvenes y comunidades discriminados o marginados. Sin embargo, a corte octubre de 2024, su desempeño es cuestionable y decepcionante: con una estructura de cinco viceministerios y un presupuesto de 1,8 billones de pesos, la ejecución general del Ministerio no ha superado el 2,20%. Lo anterior, deja en entredicho la pertinencia y necesidad de este Ministerio, máxime cuando mediante Sentencia C-161 de 2024 fue declarada inexequible su creación y que actualmente, son claras las deficiencias en su gestión respecto a los El Ministerio de la Igualdad en Colombia fue creado mediante la Ley 2276 de 2023 con la promesa de cerrar brechas de desigualdad y mejorar las condiciones de vida de poblaciones vulnerables, especialmente mujeres, jóvenes y comunidades discriminados o marginados. Sin embargo, a corte octubre de 2024, su desempeño es cuestionable y decepcionante: con una estructura de cinco viceministerios y un presupuesto de 1,8 billones de pesos, la ejecución general del Ministerio no ha superado el 2,20%. Lo anterior, deja en entredicho la pertinencia y necesidad de este Ministerio, máxime cuando mediante Sentencia C-161 de 2024 fue declarada inexequible su creación y que actualmente, son claras las deficiencias en su gestión respecto a los programas de inversión pero el gasto de funcionamiento significa más de un 60% de la totalidad de recursos destinados para la entidad..

Desarrollo 

1. Estructura Burocrática

Con cinco viceministerios y un plantel de 111 funcionarios que de acuerdo con el Ministerio trabajan en los 7 programas que impulsa la entidad, el Ministerio de la Igualdad ha crecido en complejidad y costo administrativo. Aunque su creación se dio para implementar programas esenciales en favor de las mujeres, los jóvenes y algunas comunidades “excluidas, la ejecución de estos es mínima. El presupuesto de 1,8 billones de pesos, uno de los más altos para una entidad social, no se ha traducido en resultados efectivo. Esta desproporción plantea preguntas graves sobre la pertinencia y eficiencia de la estructura administrativa del ministerio.

En lugar de destinar la mayor parte de los recursos a programas de impacto social, el Ministerio ha canalizado un porcentaje significativo de su presupuesto a gastos de nómina y arriendos. Con más de $16.000 millones asignados a salarios y $2.500 millones en arriendos, el Ministerio parece más enfocado en su propia supervivencia burocrática que en la efectividad de sus políticas. Esta tendencia a priorizar la expansión administrativa sobre la ejecución directa de los programas representa una contradicción fundamental a los objetivos de igualdad que debería promover. A corte octubre de 2024, la ejecución del Ministerio se ha traducido en funcionamiento más que en inversión, más de $28.000 millones de pesos se han pagado en nómina de acuerdo con el portal transparencia económica.

2. Ejecución Mínima de los programas que impulsa

  • Programa de Autonomía Económica para las Mujeres: Con una ejecución del 0%, este programa no ha cumplido ninguna de sus metas, lo que indica una desconexión entre la política y su implementación. La inacción en un tema crucial para la equidad de género refleja una falta de planeación y prioridad.
  • Hambre Cero y Agua es Vida: Ambos programas, fundamentales para atender necesidades básicas de las comunidades, han alcanzado solo el 1% de contratación. Estas cifras reflejan un fracaso en la estrategia del Ministerio para atacar problemas urgentes como la inseguridad alimentaria y el acceso a agua potable.

Casas para la Dignidad de las Mujeres: Este programa, que debería impactar directamente en las condiciones de vida de las mujeres en situación de vulnerabilidad, solo ha avanzado un 5%, lo que demuestra que los objetivos de inclusión social parecen quedarse en el papel.

Jóvenes en Paz: Si bien es el programa con mayor ejecución (80%), ha sido objeto de numerosas críticas. La política de ofrecer incentivos económicos a jóvenes para evitar su participación en actos delictivos genera dudas sobre la efectividad y ética de este enfoque, además de la falta de claridad respecto a los criterios de focalización sobre los beneficiarios que reciben las transferencias. En este sentido, surge la inquietud si este programa realmente reduce la criminalidad o si es simplemente una medida populista sin evaluación rigurosa de resultados.

Conclusión

El análisis del Ministerio de la Igualdad revela una estructura burocrática ineficiente y costosa que, a pesar de manejar una gran cantidad de recursos, ha demostrado escasa efectividad en la implementación de sus programas. La prioridad parece ser mantener el aparato burocrático, en lugar de traducir el presupuesto en mejoras concretas para las poblaciones vulnerables. La falta de avances en programas como “Hambre Cero” y “Agua es Vida” muestra que, en su estado actual, el Ministerio de la Igualdad es una entidad que más bien reproduce las desigualdades en lugar de mitigarlas.