Los elevados gastos y el inusitado poder que tiene la primera dama, Verónica Alcocer, se han convertido en un problema para el presidente Gustavo Petro, que llegó a ese cargo con una promesa de cambio y austeridad que se ven empañadas por las actuaciones de su esposa.
Alcocer también está en el foco de las críticas por sus numerosos viajes al exterior, entre ellos para representar a Colombia en los funerales de la reina Isabel II y del exprimer ministro japonés Shinzo Abe, así como en la coronación de Carlos III como rey de Inglaterra y para asistir a una audiencia privada con el papa Francisco en el Vaticano en enero del año pasado.