Bogotá, octubre 23 de 2021. Reformar integralmente la justicia colombiana, incluida la JEP; recuperar la seguridad como política de Estado; hacer una gran reforma a la institucionalidad; y establecer una Big Data para detectar movimientos financieros sospechosos, fueron las principales propuestas de María Fernanda Cabal Molina contra la corrupción durante el cuarto Foro de Precandidatos Presidenciales del Centro Democrático.
Durante su intervención en el evento que se llevó a cabo en Santa Marta, la actual senadora de la República recordó lamentables casos de corrupción que se han dado en el país y en los cuales se han embolatado miles de millones de pesosde todos los colombianos: El Guavio, Foncolpuertos, SaludCoop, Interbolsa, Carrusel de la Contratación, Cartel de la Toga, Odebrecht, Reficar y Centros Poblados.
Por esta razón, Cabal Molina afirmó que es necesario revisar la función de control del Estado con enfoque de gestión del riesgo para que los recursos no se desperdicien en costosas auditorías a todos, todo el tiempo, “sino que se concentren en los mayores riesgos contra los recursos públicos”.
“Es necesario fortalecer la veeduría ciudadana en todos los niveles del Estado, no para cogobernar, sino para vigilar desde afuera y con independencia. Es necesario fortalecer el olvidado ‘Control Interno’ en todas las entidades, como una función de apoyo permanente y preventiva, a partir de mapas de riesgo que no se queden en el papel”, añadió la precandidata presidencial del Centro Democrático.
También consideró que es imperativo reforzar el uso de la tecnología como herramienta determinante en la lucha contra la corrupción.
Compromisos desde el primer día de gobierno
Por eso, se comprometió a construir una Big Data que permita establecer umbrales de riesgo para detectar, de manera oportuna, movimientos financieros sospechosos -como hoy lo hace la UIAF-, y los bienes raíces urbanos y rurales: carros, aviones, barcos, etc.
“De esta manera se podrá identificar quienes acumulan riqueza de manera inusual. La contratación pública también debe avanzar en las minutas tipo con reglas de juego transparentes y simples”, agregó María Fernanda Cabal en su intervención durante el cuarto Foro de Precandidatos Presidenciales del Centro Democrático.
Sus compromisos desde el primer día de gobierno abarcan utilizar los mecanismos constitucionales para reformar integralmente la justicia colombiana, incluida la JEP. Reveló que hoy la Corte Suprema tiene una desfavorabilidad del 61%.
“Hoy un corrupto tiene apenas el 5 % de posibilidades de ser castigado y solo irá a la cárcel si hace parte de la pequeña corrupción, pero si tiene ‘cuello blanco’ y buenos abogados, se irá para su casa”, manifestó.
Su segundo compromiso, desde el 8 de agosto de 2022, es hacer lo necesario para recuperar la Seguridad como política de Estado. Esto para que los esfuerzos de los tres poderes confluyan en perseguir al narcotráfico.
“En ese contexto, espero que la justicia actúe y que la Corte Constitucional revise su postura frente a la aspersión controlada con glifosato, a partir de la teoría del menor mal para la sociedad”, dijo la precandidata presidencial.
Su tercer compromiso es impulsar una gran reforma a la institucionalidad del Estado. “La burocracia es el botín de los politiqueros que se adueñan de las entidades, instalando sus fichas en ‘carreras administrativas’ a las que es fácil entrar ‘con palanca’, pero difícil salir. El Estado no puede tener ‘dueños’”, indicó.
La corrupción de la izquierda
Durante su discurso, la senadora por el Centro Democrático recordó que la corrupción es el peor de los males que pueda tener hoy Colombia porque perpetúa aún más los efectos de esta crisis, cuando no puede haber ni un solo peso que no vaya destinado a lo que realmente necesita esta nación.
Mencionó el derroche de recursos de la consulta anticorrupción impulsada por Claudia López, que costó $310.000 millones y más bien fue un abono a su campaña a la Alcaldía de Bogotá porque con las preguntas obvias que planteaba no iba a frenar ni a solucionar este cáncer que padece el país.
“Bogotá, desde 2004, ha sido gobernada por cuatro alcaldes de izquierda…, 14 años de ineficiencia y corrupción. Lucho Garzón usó sus cuatro años en Planes Maestros para todo, como si Bogotá, en lugar de ser gobernada, debería haber sido refundada”, dijo.
Y añadió que luego la izquierda se volcó sobre Samuel Moreno, que decidió hacer la troncal de Transmilenio de la 26, alrededor de la cual giró el Carrusel de la Contratación. “Este escándalo de corrupción debió hundir a la izquierda, que jamás asumió su responsabilidad política”.
También se refirió a Gustavo Petro quien derrochó no solo en burocracia, sino que literalmente, echó a la basura $80.000 millones en camiones que resultaron ser chatarra y generó un detrimento patrimonial enorme por su obsesión populista de excluir a los privados del manejo de las basuras.
“Bogotá tuvo un respiro con Peñalosa, pero la izquierda recuperó el poder con Claudia López, otra abanderada de la lucha contra la corrupción, que no tiene problema en derrochar $6400 millones en su imagen, y otros $6000 en eventos para promover su pobre gestión. ¿Cuánto le costó a Bogotá su desgobierno, su doble discurso, su permisividad con la Primera Línea y su poco respaldo a la Fuerza Pública?”, se preguntó Cabal Molina.
De igual manera mencionó el caso de ESSMAR en Magdalena. “La tragedia de las aguas negras, que impiden el acceso al agua potable, contaminando la bahía más linda de América y las playas.
Reemplazaron Metro Agua, que era una empresa privada, con una empresa pública que se llama ESSMAR. Un fortín burocrático de $70.000 millones”, anotó.