“Es el momento de que una mujer asuma las riendas de Colombia”: MFC

En el lanzamiento de su ensayo La Democracia en Peligro en Santa Marta, la senadora María Fernanda Cabal afirmó que este es el momento para que una mujer asuma la presidencia de Colombia.

Bogotá, 15 de agosto de 2024 – La senadora María Fernanda Cabal presentó su ensayo La Democracia en Peligro en el Hotel Marriot de Santa Marta, esta tarde de jueves. La presentación contó con la asistencia de empresarios, líderes locales y periodistas, quienes se dieron cita para escuchar las reflexiones de la senadora sobre la situación actual de la democracia en América Latina.

Cabal inició su intervención con un cálido saludo a los habitantes de Santa Marta, expresando su afecto por esta región. Durante su discurso, compartió detalles sobre el proceso de investigación que condujo a la producción de su ensayo, destacando cómo, a lo largo de la historia reciente, los grupos de izquierda radical han aprendido que, al no poder alcanzar el poder por la vía armada, optan por usar los canales de la democracia para destruir las instituciones desde adentro.

En este contexto, Cabal hizo referencia a ejemplos específicos, mencionando al exalcalde de Santa Marta, Carlos Caicedo, como un claro reflejo de este patrón. «Ustedes tienen el mejor ejemplo del exalcalde Caicedo, un desastre. Igual lo tengo yo en Cali con Jorge Iván Ospina, lo tiene Medellín con Quintero», afirmó.

Cabal criticó a estos líderes por su gestión, señalando cómo usan el poder para beneficio personal mientras descuidan las necesidades de la comunidad.

La senadora concluyó su intervención destacando la importancia del rol de la mujer en la sociedad y el desafío que enfrenta Colombia en la actualidad. «Creo que es el momento de una mujer presidenta de Colombia», afirmó Cabal, en un llamado a la unidad y a la acción frente a los retos que enfrenta el país.

La senadora subrayó que los desafíos que enfrenta Colombia no deben intimidarnos. Y concluyó con una contundente reflexión: «Somos más los buenos que los malos, pero en Colombia los malos son muy malos y los buenos, lamentablemente, muy ingenuos».

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