Palabras clave:
- Vivienda socias
- Comunidades indígenas
- Gasto público
- Desigualdad
- Desarrollo regional.
Introducción
El 15 de noviembre de 2024, el Gobierno de Gustavo Petro entregó viviendas a una comunidad indígena en Unguía, Chocó. Este proyecto, tiene una inversión según el Ministerio de Vivienda de $6.534.300.000 para 69 viviendas. Lo anterior evidencia un costo elevado de las viviendas teniendo en cuenta la zona, los materiales de construcción y las necesidades de un departamento que históricamente ha sido golpeado por la violencia, la pobreza y condiciones adversas.
Desarrollo
El proyecto contempla la entrega de 69 casas con un valor unitario de $94.700.000 y un área de 58,32 m², lo que implica un costo por metro cuadrado de $1.623.799. Este valor resulta comparable al de construcciones en zonas urbanas con mayores facilidades logísticas y materiales más duraderos. Sin embargo, las viviendas entregadas están hechas de madera, un material que, aunque puede ser culturalmente adecuado para la comunidad, puede implicar serias dudas sobre su durabilidad en un entorno como el Chocó. Desde una perspectiva crítica, el diseño y ejecución del programa no parecen responder a una evaluación integral de las necesidades y condiciones del territorio. La decisión de invertir más de $6.500 millones en viviendas que, por sus características, podrían deteriorarse rápidamente, refleja una falta de priorización en la asignación del presupuesto público pues el costo de cada vivienda no se adecua al entorno y no se justifica que el costo por metro.
cuadrado sea similar al de viviendas urbanas con estándares más altos de calidad.
En un análisis en conjunto, tanto Unguía, como otras zonas del Chocó, enfrentan altos índices de pobreza, falta de acceso a servicios básicos y abandono estatal. En este sentido, limitar la inversión a la entrega de viviendas sin un enfoque integral que contemple acceso a agua potable, educación y oportunidades económicas, puede perpetuar las condiciones de exclusión en lugar de superarlas.
Conclusión
La presentación de la entrega de solo 10 viviendas como un gran logro por parte de Petro es cuestionable. Si bien el gesto podría destacarse como un avance simbólico, no justifica el elevado costo ni la lentitud en la ejecución del proyecto. Por lo anterior, es imperativo tener en cuenta la necesidad de adoptar enfoques más integrales, basados en el entendimiento del territorio y en la implementación de políticas que aseguren no solo una vivienda digna, sino también condiciones que permitan el desarrollo humano y económico del departamento del Chocó. Sin estos elementos, se muestra una desconexión del gobierno respecto a cada territorio lo que potencia el riesgo de que cualquier inversión se pueda convertir en un paliativo de corto plazo sin un impacto real.