Resumen:
El presente escrito analiza el caso de la denominada Casa Colombia en Japón, un proyecto diplomático y comercial promovido por el Gobierno colombiano con el fin de posicionar la marca país y promover negocios internacionales. A pesar de su alto costo —USD $11.200.000, equivalentes a $43.572.069.408 COP (TRM $3.890)— los resultados concretos en materia de comercio exterior y atracción de inversión son prácticamente nulos, lo que evidencia un uso ineficiente de los recursos públicos.
Palabras clave:
- Gasto público
- Diplomacia económica
- Eficiencia fiscal
- Rendición de cuentas
- Casa Colombia.
Introducción
El Estado colombiano ha buscado consolidar su presencia internacional a través de estrategias de diplomacia económica y cultural, entre las cuales se encuentra la creación de espacios de exhibición como la Casa Colombia. Sin embargo, el caso de la sede inaugurada en Japón en 2025 plantea serios interrogantes sobre la proporcionalidad del gasto frente a los beneficios obtenidos, la planeación del proyecto y la eficacia del gasto público.
Desarrollo
1. Costos y justificación del proyecto
De acuerdo con los informes oficiales remitidos por Fiducoldex, el costo total de la Casa Colombia ascendió a USD $11.200.000, equivalentes a $43.572 millones de pesos colombianos.
No obstante, el gasto contrasta con los resultados reales: durante el periodo comprendido entre el 13 de abril y el 15 de septiembre de 2025, la única operación comercial reportada corresponde a la venta de 10 toneladas de lechona, un producto que puede encontrarse en cualquier establecimiento gastronómico del Tolima, sin requerir una inversión multimillonaria para su promoción, además de otros productos.
Ineficiencia y desproporción del gasto
Los informes de funcionamiento revelan que la Casa Colombia en Japón gastó más de $2.000 millones de pesos entre abril y agosto de 2025, lo que equivale a un promedio mensual de $461 millones de pesos. Este gasto operativo desproporcionado carece de correlación con los retornos económicos o diplomáticos del proyecto, configurando un potencial caso de ineficiencia administrativa y uso indebido de recursos públicos.
Desde una perspectiva económica, el costo de oportunidad de estos recursos es alto: los $43.572 millones invertidos podrían haberse destinado a programas de apoyo al agro, innovación empresarial o promoción de exportaciones de pymes, sectores con mayor impacto multiplicador en el PIB y en el empleo.
Conclusión
El caso de la Casa Colombia en Japón ilustra un ejemplo de diplomacia simbólica con bajo impacto real, donde la ostentación prevalece sobre la planeación estratégica. Los más de $43 mil millones de pesos invertidos en un proyecto cuyo único resultado comercial fue la venta de lechona, reflejan una preocupante desconexión entre el discurso de austeridad y la práctica del gasto público.
Este tipo de iniciativas requieren una revisión integral de sus objetivos, mecanismos de evaluación y control, a fin de garantizar que los recursos de los colombianos no se destinen a fines meramente propagandísticos, sino a proyectos con verdadero retorno social, económico y reputacional para el país.
