El presidente de Colombia, Gustavo Petro, insiste en levantar las banderas del M-19, la guerrilla a la que perteneció cuando era joven, ante otros líderes de izquierda latinoamericanos. Si ya lo había hecho en un sentido metafórico en octubre, cuando asistió a la toma de posesión de la mexicana Claudia Sheinbaum, esta semana volvió a hacerlo en un sentido literal ante el expresidente uruguayo José Pepe Mujica, otro antiguo revolucionario que llegó al poder después de dejar las armas.