Por: María Fernanda Cabal
El agitador profesional argentino Juan Grabois, conocido en su país por encabezar protestas y cierres de vías, se encuentra en el Perú, liderando una falsa misión de derechos humanos. El gobierno peruano está enterado de su presencia, puesto que informé sobre ello a la presidente Dina Boluarte.
La falsa delegación se autodenomina “Misión de Solidaridad Internacional y Derechos Humanos”, pero no está compuesta por defensores de DDHH, sino por activistas políticos. Uno de ellos es el diputado kirchnerista Federico Fagioli, quien en el año 2021 reconoció en una grabación que el objetivo de dichamisión en Colombia era derrocar al presidente Iván Duque.
Fagioli y Grabois usan diferentes disfraces dependiendo de la ocasión. En Bolivia (2020), Fagioli fungió como “observador electoral”, invitado por Evo Morales. Por su parte, Juan Grabois anunció a principios de año que será candidato presidencial en Argentina. En todos los casos, se coordinan con sus aliados del Foro de Sao Paulo.
El método de Grabois para desestabilizar gobiernos es un recetario que repite de país en país.
Lo primero es hacerse invitar a una nación en crisis. En el caso del Perú, usó para este fin a las diputadas izquierdistas Sigrid Bazán e Isabel Cortez. Misteriosamente, el dinero para todos los pasajes y gastos de los integrantes de la misión fluyen de manera abundante.
Una vez arribados, los miembros de la misión se reparten la cobertura de las manifestaciones en las diversas ciudades, pero sus actuaciones son siempre para condenar a los cuerpos de seguridad y para apoyar las causas de quienes protestan, inventando todo tipo de mentiras.
La falsa misión tiene una red de comunicadores en Argentina, sobre todo en los medios radiales, a quienes mantiene informados diariamente, para que estos difundan la denuncia respecto a que se está “masacrando al pueblo” y “violando los derechos humanos”.
La misión culmina con la convocatoria a una rueda de prensa, generalmente en la ciudad de Buenos Aires, cuyo objetivo es “demostrar” que el gobierno “investigado” –ya sea el de Duque, Lasso o Boluarte– comete crímenes de lesa humanidad. Esta convocatoria cuenta con amplia cobertura de los medios del Estado argentino, entre ellos, la agencia Telam.
Finalmente, dicho informe es citado por operadores del Foro de Sao Paulo, el Grupo de Puebla y la Internacional Progresista, para pedir la renuncia del gobernante señalado, lo cual a su vez sirve para repotenciar las protestas.
Dado que Grabois y Fagioli han repetido este mismo guión en varias naciones, espero que las autoridades tomen las medidas necesarias para impedir ladesestabilización del gobierno de Boluarte. En Colombia, Grabois fue expulsado, ¿harán lo mismo los peruanos?