Bogotá D.C., 8 de febrero de 2021
Hace unos días, en el debate que sostuve con una representante a la Cámara, hice un uso inadecuado de la palabra “autismo”, para responder a una de las afirmaciones de mi interlocutora.
La discusión llevó de manera desafortunada a hacer dicho señalamiento; hasta que el ciudadano Jesús Aristizábal, me hizo caer en cuenta de éste error.
Quiero aprovechar la ocasión para contarle a él, así como a todas las familias que tienen en su seno a una o varias personas con Trastorno del Espectro Autista -TEA-, que conozco los grandes problemas de inclusión laboral y social que afronta ésta población en Colombia.
Siendo representante a la Cámara, recibí en mi oficina a varias madres de niños con TEA, quienes me contaron la tragedia que tenían que enfrentar a diario para conseguir la atención básica de sus hijos y la adaptación de los sistemas escolares y laborales.
Desde ese momento, junto a mi equipo de trabajo, diseñamos dos iniciativas orientadas a lograr la ampliación de la asistencia a ésta población, que requiere de políticas públicas dirigidas a la inclusión.
Desafortunadamente, existe un obstáculo de orden estructural muy complejo con las asociaciones en nuestro país que manejan recursos y programas, y que impiden cualquier iniciativa legislativa; si ésta lleva consigo la pérdida o modificación del manejo de los recursos.
Nuevamente, reitero mi compromiso con el trabajo serio que ayude y apoye a todo aquel que necesite más y mejores oportunidades.
MARÍA FERNANDA CABAL MOLINA
Senadora de la República de Colombia